El perro sénior

Dijo un sabio naturópata que «no es lo mismo hacerse viejo que hacerse mayor».

No me gusta la connotación peyorativa que tiene la palabra «viejo». Por ello, en tema de animales, prefiero usar el término “sénior”.

A mi modo de ver, es una buena edad, no física, sino mental y emocional. Adoptar un perro sénior es otro modo de entender la vida, la de estar dispuesto a aprender.

old_dog

Si, toca aprender a empatizar lo que el animal siente, aprender a cuidar, aprender a mirar con unos ojos diferentes a los de uno, aprender que ya no poder saltar, correr y recoger frisbees no significa el final de la vida.

El perro sénior ya tiene un carácter formado, ya ha pasado por muchas experiencias, así que creo que poco hay que educar. A menos que haya algún problema conductual.

olddog

Con 8 años en 2011, Juno ya era obediente, había órdenes que parecía ya saber, las que no sabía preferí no enseñarlo, sino observar, comprender y respetar sus motivos.

Juno era antisocial, se lo respeté, tampoco sabía porqué era así, no sabía nada de su vida anterior ni cómo había sido educado. Convivir con él fué fácil, “sólo” tuve que observar el porqué de su comportamiento. Entonces fué cuando comprendí que no somos nosotros quienes adoptamos un animal, sino que son ellos que nos “escogen” a nosotros.

Mi filosofía animal empezó a cambiar.

amor

A través de sus ojos, del modo de comportarse ante su entorno social, pude entender mi mundo. Juno me enseñó que era una extensión mía, yo una extensión suya. Existía un cordón invisible que nos unía y que iba descubriendo poco a poco.

El cuidado fué mútuo, podría decir que existía una relación simbiótica.

«Hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma estará dormida.» Anatole France

Deja un comentario